Periodo: Siglo V – IV a.C.
El período clásico
representa la culminación y perfeccionamiento de todas las manifestaciones
artísticas griegas, tanto a nivel formal como técnico. Esta plenitud coincide,
y no por casualidad, con el apogeo político, económico y cultural de las
“Polis” griegas, en especial Atenas. En estos años nace la “Democracia” como
forma de organización política del Estado. El siglo V a. de C. es el verdadero
siglo de oro de la cultura griega. La decadencia política de las polis a lo
largo del s. IV a. de C., consecuencia directa de las guerras del Peloponeso,
marca un cambio fundamental en el arte, que evoluciona hacia nuevas formas de
expresión.
El arte griego de la Época Clásica alcanzó, sobre todo en
escultura, cotas de perfección que lo convirtieron en modelo a imitar (arte
clásico), primero por el arte romano y posteriormente por el Renacimiento,
Clasicismo y Neoclasicismo.
Escultura
Las primeras décadas del siglo V a. C. representan un
periodo de transición entre la escultura arcaica y la clásica, denominado
estilo severo. Entre los escultores de mediados de siglo sobresalieron Mirón,
Fidias y Policleto. Entre los del siglo IV a. C., Cefisodoto el Viejo, Escopas,
Praxíteles (y su hijo Cefisodoto el Joven) y Lisipo. El bronce y el mármol eran
los materiales más empleados, de entre los cuales era muy famoso el mármol
rosado del monte Pentélico, en Atenas. También se realizaron algunas estatuas
criselefantinas
Arquitectura
La arquitectura griega antigua se distingue por sus
características altamente formalizadas, tanto de estructura y decoración. Esto
es particularmente cierto en el caso de los templos donde cada edificio parece
haber sido concebido como una entidad escultórica dentro del paisaje, con mayor
frecuencia planteado en un terreno elevado para que la elegancia de sus
proporciones y los efectos de la luz sobre sus superficies puedan verse desde
todos los ángulos. Nikolaus Pevsner se refiere a "la forma plástica del
templo [griego]. colocado ante nosotros con una presencia física más intensa,
más viva que la de cualquier edificio posterior".
Pintor
En pintura, a pesar de haberse perdido la mayor parte de
las obras, que no conocemos más que por descripciones o por copias en soportes
como el mosaico, se ha perpetuado la fama de los pintores: además del mítico
Apeles, se conservan los nombres de Polignoto, Paneno, Apolodoro, Zeuxis y
Parrasio. La cerámica, además de arte en sí mismo, fue un destacado soporte
para la pintura, que en esta época pasó a la fase de "figuras rojas".
La arquitectura y la escultura, que estamos acostumbrados a ver en mármol, se
policromaban por afamados pintores. Los griegos de la Antigüedad consideraban
"imperfecta" (es decir "no terminada") una obra que no se
concluyera por un pintor
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